
Causas de la piel seca
La sequedad de la piel de las manos es un motivo frecuente por el que la gente acude al dermatólogo. Hay muchos factores que contribuyen a la sequedad de la piel. Tanto los factores externos como los internos desempeñan un papel. Las principales causas de la sequedad cutánea son
- Baño o natación prolongados (especialmente en aguas muy cloradas).
- Uso excesivo de productos que contengan alcohol (antisépticos).
- Productos inadecuados para lavarse las manos. Por ejemplo, productos alcalinos (jabón común).
- Agua. En las ciudades modernas, la propia composición química del agua puede tener efectos adversos sobre la piel. El agua dura, por ejemplo, reseca la piel, y en las personas con piel seca, la capa lipídica se agota más rápidamente.
- Utilizar detergentes sin guantes.
- Trastornos de las glándulas sebáceas y sudoríparas;
- Predisposición genética y reacciones alérgicas;
- Deficiencias en la función de barrera protectora de la piel;
- Sequedad secundaria debida a factores externos (frío, viento, radiación ultravioleta, aire seco en el hogar);
Qué hacer si tienes las manos escamadas y secas
Por supuesto, para mantener las manos sanas, hay que utilizar regularmente productos para el cuidado de la piel: cremas y lociones hidratantes. La piel seca de las manos requiere cuidados hidratantes regulares.
Muchos expertos recomiendan las cremas hidratantes a base de dexpantenol. El dexpantenol es una vitamina B. En la piel se convierte en ácido pantoténico, que estimula la regeneración cutánea y tiene un efecto antiinflamatorio.
Al mejorar la función de barrera de la piel, se reducen los picores, las rojeces, la sequedad y las grietas. Así, se reduce el riesgo de infecciones cutáneas.
Es aconsejable observar los principios básicos del cuidado de la piel:
- Es muy importante elegir la temperatura óptima del agua. El agua fría provoca la constricción de los vasos sanguíneos, lo que inhibe las glándulas sebáceas y sudoríparas y provoca la pérdida de humedad, causando así una piel seca y arrugada.
- El problema puede resolverse reduciendo al máximo la frecuencia de contacto con el agua. Debe evitarse el lavado de manos innecesariamente frecuente.
- Utilizar jabones o geles sin jabón con un pH bajo .
- Asegúrate de utilizar productos hidratantes con regularidad.
- Después de utilizar desinfectantes, aplique crema o pomada en cuanto se haya secado el antiséptico.