
Cuando llegamos a la edad adulta, nuestro cerebro puede empezar a deteriorarse, lo que provoca problemas de memoria, toma de decisiones y una falta general de funcionalidad. Sin embargo, hay varias formas de ayudar a mantener la funcionalidad del cerebro y la memoria al llegar a la edad adulta.
La primera es ejercitar el cerebro. Al igual que hacemos ejercicio para mantener nuestro cuerpo en forma, también debemos cuidar nuestro cerebro. Haga un crucigrama, un sudoku, aprenda un nuevo idioma, lea un libro, juegue al ajedrez o cualquier otro juego que requiera capacidad cerebral. El ejercicio regular de este tipo puede ayudar a mejorar la memoria, pensar en soluciones y mantener la mente despejada.
La segunda forma es seguir una dieta sana. Una dieta sana puede ayudar a mantener nuestro cerebro funcional en la edad adulta. Coma más frutas y verduras, limite el consumo de alimentos grasos, sal y azúcar, y prefiera una cantidad importante de pescado, que contiene ácidos grasos omega-3 que ayudan a mantener la función cerebral.
La tercera forma es a través del ejercicio. El ejercicio puede ayudar a mejorar el flujo sanguíneo al cerebro y reducir así el riesgo de desarrollar enfermedades asociadas al envejecimiento. Al igual que cualquier otro músculo de nuestro cuerpo, el cerebro necesita ejercitarse con regularidad, lo que puede conseguirse mediante el ejercicio.
Por último, la cuarta vía es la socialización. La socialización puede ayudar a reducir el estrés y mejorar nuestra socialización psicológica. Las oportunidades de socialización pueden ir desde la participación en grupos de interés hasta eventos sociales, y pueden ayudar a mantener nuestro cerebro positivo y funcional.
En general, hay muchas formas de contribuir a la funcionalidad del cerebro y la memoria en la edad adulta. Hacer crucigramas, comer bien, hacer ejercicio y socializar pueden ayudar a mantener la funcionalidad del cerebro durante toda la vida.