
1 Legumbres
Garbanzos o lentejas son buenas opciones. También los guisantes, que están a medio camino entre las proteínas y las verduras. El alto contenido proteico de esos alimentos hace que el cuerpo gaste más energía en digerirlos. En apenas ocho semanas de dieta rica en legumbres, el metabolismo acelera a buen ritmo. Además, contienen una interesante cantidad de fibra y almidón, buenas para la flora bacteriana del intestino.
2 Verduras
Las verduras de hoja verde, como la lechuga, la col, las espinacas o las acelgas, tienen varias propiedades que las convierten en un alimento imprescindible en cualquier dieta. Son bajas en calorías y carbohidratos, pero ricas en fibra, y son perfectas como guarnición, para aumentar el volumen de nuestras comidas sin que aumente su aporte calórico. Por su parte, las verduras de la familia de las crucíferas, como el brócoli, la coliflor, el repollo o las coles de bruselas, tienen un alto contenido en fibra pero, a diferencia de la lechuga, son muy saciantes debido a que también tienen bastante proteína.